Nuevos tiempos llegan a Disney. Ya lo dice el sabio: renovarse o morir. Algo que bien lo saben aquellos padres que tienen hijos enganchados al Disney Channel. Productos y producciones acordes a los nuevos tiempos que corren... Atrás quedaron las princesitas edulcoradas y los proyectos de espada y brujería que tanto triunfaron en la década de los 80. Lo moderno, retro y underground, cercano a las tendencias juveniles de ahora. Quien iba a pensar hace años que las películas de Disney iban a tener ligeros toques de erotismo, pero claro, nuestros jóvenes quieren ser mayores a toda prisa, entrando en la vorágine adulta... Sino, recordemos a la ex-chica Disney de Hanna Montana.

Una película moderna para los chicos de hoy, cargada de los efectos especiales que el proyecto se merece para no decepcionar a propios y extraños. Una obra cargada de guiños a muchas películas directas e indirectamente: la Historia Interminable (el joven protagonista entrando en la librería del señor Koreander), Star Wars... Y a películas de animación tan emblemáticas como Toy Story o como Fantasia, recuperando así la historia del joven aprendíz de Mago Mickey. Escena famosa aquella de las fregonas que vemos en el film, pero no imprescindible en esta película en la que Nicolas Cage participa.

Y esto no es casualidad. Nicolas Cage es un aficionado al mundo del cómic y las novelas de ficción y Fantasia (basta con recordar su última presencia como productor en la serie Dresden, basada en los libros de Jim Butcher, editados en España por la Factoria de Ideas). Por algún motivo, Cage buscaba participar en algún proyecto con magos de por medio, y la fabrica de sueños le ha venido como anillo al dedo, consiguiendo participar en este divertido proyecto.

Una película amena y muy del gusto Disney, que no dejará insatisfecho al paladar poco exigente que busca entretenimiento rápido para una tarde. Amena producción que podía haber aspirado a más, pues el guión daba para dos películas, y se acaba condensando todo en los últimos 15 minutos. ¿Prisa por acabar? Es posible.

En resumen, una película digna de la empresa de entretenimiento más grande del mundo, con actores de segunda fila que tienen que apoyarse en Cage para que el proyecto no naufrague, pero que esta a la altura del propósito último de la obra: el puro entretenimiento.

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