Después de unos días, ya repuesto de la primera impresión, puedo comentar con algo de distancia este engendro de M. Nigth Shyamalan.
Debo reconocer que el director hindú tiene algo que siempre me llama a ver sus películas aunque cada vez menos. Airbender no es una película, es la primera parte de una trilogía, pero no es una historia en sí misma, es una nueva manera de sacarte más pasta, cosa que si te lo explican antes pues bueno, tú decides, pero si no sales con esa sensación de que te han cobrado un 60% de más.
La película cuenta una historia fantástica basada en una serie de animación del mismo nombre. Tenemos cuatro naciones, Aire, Tierra, Agua y Fuego viviendo en armonía hasta que esta última declara la guerra a las demás. Durante 100 años domina y esclaviza al resto pero la vuelta del Avatar, el único Guerrero capaz de dominar todas las fuerzas cambiará la historia, aunque para eso deberá aprender a dominarlas.
Partimos pues de una historia ya escrita, sin entrar en la polémica comparación con la serie (excelente por cierto) la película no cuaja por ningún sitio, la historia avanza a trompicones con personajes planos, llevándose la palma los "malos", unas escenas de acción que rayan lo ridículo con el abuso habitual del slow motion de quien no tiene algo que narrar. Y sobre todo el doblaje de los niños protagonistas, absolutamente nefasto.
En ningún momento la historia emociona, nos perdemos en paisajes y escenarios sacados del Señor de los Anillos, saltando de un lugar a otro casi sin enterarnos del porqué y los personajes aparecen y desparecen sin llegar a saber su nombre. El comandante Zhao tiene el mismo carisma amenazante que una servilleta.
Una película que hace buena a La Brújula Dorada.

Archivo

Novedades

Pre-Pedidos

Ofertas