Atrás quedaron los cines oscuros, de butacas minúsculas, pequeñas pantallas y el sonido del reproductor detrás de unas cortinas. Muchos añoramos las salas de antaño, así como el buen cine hecho durante los 80. Este verano, ya pudimos disfrutar de un entrañable homenaje a aquellas películas juveniles tipo Goonies, con el estreno de "Super 8". En esta ocasión nos topamos con un remake, a los que nos tiene tan acostumbrados Hollywood y sus guionistas, de la película "Noche de Miedo". La versión original fue dirigida por Tom Hollard (otro gran maestro del cine de aquella época, pues dirigió también El muñeco Diabólico).

En Noche de Miedo (2011), la acción transcurre en una pequeña ciudad dormitorio de Las Vegas, donde muchos vecinos duermen de día y trabajan de noche, el lugar ideal de caza para un vampiro. El vampiro de esta película (tal y como dicen sus propios protagonistas) no es el vampiro habitual de la "Saga Crepúsculo", sino un depredador nato que solamente piensa en alimentarse. Aunque muchos quieran pensar que el film tiene adolescentes por la fama de la mencionada saga, no es así. Sencillamente es un sofrito de una película de los 80 que también tenía el mismo tipo de protagonistas… ¡qué fácil es olvidar!

Sin lugar a dudas el mejor actor de todos los presentes es Colin Farrell, realizando una interpretación memorable al encarnar a un vampiro engreído, salvaje, duro, temerario y muy cruel… vamos, una personalidad bastante "fácil" para él debido a los constantes escándalos a los que el famoso actor nos tiene acostumbrados. En cuanto al resto del reparto, el muchacho protagonista (Anton Yelchin), su antiguo amigo "friki" (Christopher Mintz-Plasse), su bella novia y su madre, deberán hacer frente a la amenaza de su nuevo vecino, el peligroso Farrell en una extraordinaria interpretación. El resto de los personajes son planos y sin apenas intervenciones memorables en la película, aunque la película tiene algunos gags bastante divertidos acordes con los tiempos que corren y que será el recurso utilizado para los gags: las nuevas tecnologías.

En resumidas cuentas, es una de las pocas veces que un remake supera al original, aunque por supuesto, es una película que carece del sabor clásico de los 80, pero es que ya lo dice Karina… "cualquier tiempo pasado nos parece mejor".
    

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